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Rubí Brilla: el primer proyecto de autoconsumo compartido de energía en un polígono Industrial
25/01/2021
ZENER, empresa líder de telecomunicaciones y energía renovables, desarrollará un proyecto pionero de sostenibilidad energética impulsado por la administración en Rubí.
El proyecto, promovido por el Ayuntamiento de Rubí y pionero en nuestro país, se enmarca dentro de la iniciativa Rubí Industria Circular (RIC), que se fundamenta en la idea de que es posible una gestión compartida de los recursos, lo que permitirá optimizar los costes, reducir las emisiones de CO2 y mejorar la competitividad de las empresas.
En el caso de la energía, se trata de uno de los gastos más importantes que deben asumir los negocios. En Rubí, por ejemplo, la industria supone el 36% del consumo energético de la ciudad (50.000.000 kWh/año).
Trece empresas de los once polígonos industriales del municipio - y diez edificios de viviendas - tomaron parte en este primer concurso de autoconsumo colectivo que tuvo de fondo la pandemia de la COVID-19, y de las doce propuestas económicas que se recibieron, resultó adjudicataria la UTE formada por Enertika como ingeniería, km0 como promotor energético y ZENER como empresa ejecutora.
Este proyecto es en el formato Power Purchase Agreement (PPA), una fórmula que posibilita a las empresas hacer frente a la inversión de los paneles solares. En otras palabras, un acuerdo o contrato de compraventa de energía a largo plazo entre un desarrollador renovable y un consumidor.
La instalación de la primera fase en los polígonos ya se ha iniciado. La potencia total que se instalará será de 1,01 MWp y se ahorrarán más de 300Tn de CO2 al año - 9.000 Tn CO2 durante su vida útil (30 años).
Iniciativas como estas permiten dar un paso adelante y aspirar a reducir el consumo de energía y las emisiones contaminantes, facilitando el acceso a fuentes de energía renovable.
¿En qué consiste el autoconsumo compartido?
Esta nueva fórmula de consumo de energía proviene de la energía renovable y permite que la energía sea utilizada por varios consumidores; es decir, posibilita que lo que es sobrante para uno, pueda convertirse en recurso para otro. No solo se comparte energía, sino también los costes de la producción de esa energía.
Una herramienta que favorecerá, sin duda, el cambio del actual modelo energético, que se basa en un sistema centralizado y finito.
En este punto, es importante dejar claro que la transición energética no es algo que se pueda conseguir de la noche a la mañana, sino que requiere de un proceso.
Antes de invertir en renovables y en energía fotovoltaica, es necesario un conocimiento preciso y controlado de los consumos de los edificios, ya que como comenta Marta Morera, responsable técnica del proyecto estratégico ‘Rubí Brilla’, del Ayuntamiento de Rubí, “no tiene sentido invertir si aún no se han hecho los deberes iniciales de ajustar consumos. Primero, ahorrar en costes de energía; segundo, reducir el consumo y tercero, invertir en renovables”.
Es fundamental garantizar el acceso a una energía que no sea solo sostenible, sino que también sea justa, segura y moderna. Asentar las bases de una transición energética sostenible permitirá construir una nueva economía más competitiva que impulse la innovación y el desarrollo sin comprometer a las generaciones futuras.
Ahora toca esperar que este modelo se extienda al resto de empresas y edificios de Rubí y que sirva como caso de éxito para que otras regiones sigan este camino.
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